Acerca de la autora

11 may 2013

Las Aventuras de Sherlock Holmes

                                                "Partners for life"

Hay que empezar diciendo que "Elemental, mi querido Watson" no aparece como frase completa en ninguna de las cuatro novelas o los numeros relatos que componen la franquicia del investigador británico. Sin embargo, es esto lo primero que recordamos.

Además de las novelas, Sir Conan Doyle escribió unos cinco libros de relatos, siendo el de mi propiedad el más antiguo de ellos; que data de 1892.

Por momentos no me gusta Holmes. Sucede que cuando creamos un personaje demasiado perfecto, el lector no tiene la oportunidad de identificarse con el mismo. Aunque como defectos, yo lo hallo orgulloso y no considero una virtud el consumo de cocaína.

Por otra parte, tenemos a Watson. El humano, el real. Aquel que mira los casos desde su punto de vista. Unas veces la atina, otras no. Pero al terminar la labor, regresa a casa con su esposa y atiende su despacho como Doctor. Watson no piensa igual que Sherlock, incluso podría decirse que no es tan listo como este último. Pero lo prefiero. Lo prefiero de la misma forma en que en las relaciones no buscamos al más listo, ni al más fuerte, ni al más galán. Las personas a veces se unen por cosas que son difíciles de explicar pero que simplemente suceden. Leí en alguna parte que lo que divide a las personas no es tener diferentes intereses, sino diferentes valores. En la relación Holmes-watson la podermos ver. En mi vida, también lo quiero ver.

Una duda final que me carcome es si ir por el mundo buscando esa persona, o esperar a que se siente junto a mi en un banco en el parque. Hasta el sol de hoy, aún no tengo una respuesta, y personas y personas van y vienen por mi vida sin yo saber si están ahí para quedarse.

Y fíjense que en ningún momento dije amor.

PD.- Dos cosas más que me gustan: la época victoriana y las curiosidades

2 may 2013

Nube Roja


                                                            Pastillitas Rojas

Es curioso saber que una de mis libros favoritos es de una editorial para jóvenes lectores, pero es así. Aunque al principio no lo veía de la misma manera, creo fervientemente que lo que leemos nos define como personas. Los personajes que admiramos, los hechos que nos conmocionan, las frases que recordamos, se quedan con nosotros para siempre.

Nube Roja es la historia de unos de los más grandes jefes de los indios Sioux: los pieles rojas de Norteamérica. Creo que tiene todo lo que define el favoritismo por un libro: un protagonista admirable, una historia conmovedora, una vida para recordar. Pero la razón por la que me gusta es que es real. Aprendí los sufrimientos reales de un pueblo olvidado. Más allá de los disfraces de Halloween, pintarse la cara y adornarse con plumas. Aprendí que hay más nombres que Toro Sentado y Caballo Loco; y que el oro pesa más que el honor.

Es la historia triste, sangrienta y que provoca impotencia. Pero es la historia real. Es como elegir la pastilla roja ofrecida en la película Matrix (estoy segura de que todos la conocen) que muestra el mundo miserable, infeliz y doliente; pero que Keanu Reeves prefiere por encima de aceptar la pastilla azul y seguir viviendo una ilusión.

Esas ganas por las historias reales, por ver la otra cara de la luna, y buscar la verdad, es lo que ha marcado mi vida. No he dicho que fuera del todo agradable. Solo después de mucho tiempo he visto cómo un libro cualquiera sacado de una caja de libros usados en una feria, ha marcado mis pasos. Y desde entonces, no he querido deshacerme de Nube Roja.