Inés del Alma mía
Al momento de escribir sobre “Inés del alma mía”
literalmente lancé el libro y me concentré en uno de esos problemas que te
golpean en la cara cuando no los ves llegar. He reconsiderado y he vuelto al
son de escribir; porque este blog trata de eso, de la forma en que las cosas
que leo por ahí, se conectan con cosas de la vida diaria.
Se dice por ahí, que al momento de dudar,
puede servir mirar una película donde el protagonista atraviesa una situación
similar. Es una terapia barata y sencilla. Más sencilla para mí porque Doña
Inés me demostró que la vida está llena de sorpresas y que hay que echarle
ganas como venga. Me lo dijo antes de enterarme de que el mensaje iba para mí.
Tiendo a repetir tanto en mis blogs como
en mi presencia en las redes sociales, sobre que la inspiración se puede
encontrar en todas partes. Pues en esta ocasión, la inspiración me encontró a
mí. Y aunque no he resuelto esto que me aqueja, pienso: si ésta señora, sea la
historia real o no, puedo cruzar el océano para ella desconocido y cruzar
selvas y desiertos para conquistar Chile; lo mío es un juego de niños. Y si
andamos en las mismas, puede que el destino me guardé algún revés en mis
planes, como le sucedió a ella con Pedro de Valdivia.