En tiempo de las cabañuelas- Narciso Almonte

La poesía es un arma de dos filos. O puedes crear la más hermosa de las metáforas; tan hermosa, sensible y profunda, que se convierta en arte. O escribir algo tan profudo que se hunde en las tinieblas y solamente lo entiende un viajero de la quinta dimensión de la vida pararalela de un agujero negro. La poesía nunca ha sido de mis primeras opciones para leer.

Los versos de Narciso Almonte llegaron a mis manos por deseo de mi padrino. Y la verdad, para ser una lectora poco asidua de este género, no están mal. Como conclusión uno escribe de lo que conoce. Esa es la razón por la que he interrumpido muchas veces el proceso de escritura al momento de crear: las palabras solo saltan de la página cuando son reales.

Almonte evoca las cabañuelas, que antes de leer, yo tampoco sabía que eran. El rescato del olvido una tradición que hoy parece mágica, y la adornó de recuerdos y vivencias que poblaron su alma.

Además del desahogo del escritor, no le hallo mucha aplicación a la poesía. Pero hay que admitir que todo el que lee poemas tarde o temprano se convierte en poeta. Después de todo, de poeta y loco, todos tenemos un poco.

PD.-
"llegué sin percibir que el día
se consumía en mi ausencia."

"y colgué en mi viejo armario
la nostalgia
que llevé al salir de casa."

"Abrió la ventana, suspiró
y entre oraciones
alzó el vuelo."

"desperté flotando
sobre mis pesadas piernas."

"Es tiempo de cabañuela"
¡Mira cómo se levanta el nublado detrás
de los matorrales"
Y como el viento persigue 
que las nubes descarguen
en el lomo de la tierra."

Narciso Almonte. Todos los derechos reservados.