Acerca de la autora

9 may 2014

El Padrino (Tom Hagen)

Durante años he pensado en un tema para un blog. Entre pensamientos y acciones siempre leo un libro; llegó el momento para contar lo que he visto mas allá de las letras.


      Confieso ser fan de las historias de hombres poderosos: El Príncipe de Maquiavelo lo tomé como una lección de vida, vi en una semana todos los episodios del Cartel de los Sapos y tomé clases de italiano online para entender a  cabalidad los diálogos de las películas del Padrino.

Y es que me fascinan  las tribulaciones de una persona que quiere mantenerse en el poder; es como la política, pero más apasionante. Es cuestión de que "los amigos subestimen tus virtudes y que tus enemigos sobrevaloren tus defectos"... algo así se repetía en el libro... Pero considero que el éxito de un hombre de su posición radica en la lealtad de sus allegados. Aquí entra Tom.

Tom es el consiglière, el consejero del padrino, que en un caso excepcional, la familia Corleone eligió un no siciliano. Hagen es un abogado, tutelado por la familia cuando el hijo mayor Sonny lo halla vagabundeando por las calles tras quedar huérfano. Vale la pena destacar que por honor a los padres, Tom nunca fue formalmente adoptado, para no adulterar los apellidos de sus difuntos padres.

Así, Tom es criado en un mundo que pone a la familia primero, dónde los amigos dejan de serlo por un error de intereses y dónde no existe el perdón. Me atraen su frialdad y su razonamiento para determinar el verdadero fin de la familia Corleone. Aunque se mantiene lo suficiente cerca para ser el brazo izquierdo de varios personajes, se queda tan lejos que no se ve tintado por la sangre de los disparos de vendetta o simples negocios. Si Mario Puzo (el autor) hubiera querido relatar en primera persona, o si esa tercera persona fuera alguien, ese alguien sería Tom.

Narraría un mundo apasionante. También la novela tiene esos detalles descriptivos de la ciudad de New York, tan exactos, que hacen vívida la narración hasta confundirse con los recuerdos.

Éste es uno de los casos en los que ví las películas primero; de hecho, iba esperando el desarrollo de ciertas escenas. Esto no evitó que me sorprendiera con ciertos detalles que sabía que pasarían -es una señal, del valor de la redacción y la buena elaboración de la trama-. Asimismo, me sorprendí gratamente cuando el libro tomó un giró de lo esperado y le agregó ciertos detalles que siempre se obvían en las grandes producciones.

Sin embargo, no le reprocho nada a la película; mucho menos al libro. Si hubiera que agregar algo, hubiera deseado que fuera más largo: fue una lectura disfrutada. De por sí ya era largo, ¿por qué creen que las películas se prolongan tres horas? Sin embargo, vale la pena. No tanto por cultura general de los personajes más icónicos de nuestros tiempos, como por satisfacer la curiosidad de conocer frases de la cultura pop. Si no se convencen del todo, permítanme hacerles una oferta que no podrán rechazar...